
El trabajar en un ambiente cerrado, en el que hay mucho ruido y en el que se está en constante contacto con el dolor y el temor, la presión del éxito del tratamiento y el tiempo de atención, son algunos de los factores que contribuyen a que la odontología sea una de las profesiones más estresantes del mundo.
Los efectos adversos del estrés se reflejan en el cuerpo físico y mental, por consiguiente, se reflejan en el funcionamiento del desempeño profesional.
Para solucionar esta problemática hay varias opciones. La más conocida es la ergonomía, es decir la disciplina que estudia el diseño de los lugares de trabajo. Sin duda, un ambiente de trabajo cómodo no solo incrementa la salud física, sino también la salud mental.
Notas relacionadas: ¿Quién dijo que ser odontólogo es fácil?
Actualmente los principios del yoga se han sumado a la ciencia ergonómica, a fin de incrementar los beneficios de esta. Es una disciplina tan completa que requiere de un esfuerzo físico apoyado en la teoría de que la mente y la respiración están conectadas con el cuerpo.
Por eso es ideal integrar una rutina de estiramientos, ejercicios de respiración y meditación para que el odontólogo sea más efectivo, prevenga lesiones físicas relacionadas al oficio y se mantenga motivado, feliz y saludable durante su jornada laboral.
Ver también: En España la odontología es una de las profesiones con más suicidios