
Por Dra. Norma Wally Peró Peralta, especialista en Ortodoncia de la Universidad de San Simón y del Hospital Odontológico de Buenos Aires, Argentina.
Una gran mayoría de odontólogos generales y población en general, tienen la idea de que la mejor edad para un tratamiento de ortodoncia es aquella en la cual todas las piezas permanentes están en su sitio. Aquí te vamos a contar Por qué el tratamiento temprano es la mejor opción.
El tratamiento temprano no se trata de colocar dientes alineados, sino de preparar el hueso para prevenir problemas esqueletales o solucionarlos.
Últimamente, la evolución dentaria causada por el medio ambiente está causando que cada vez tengamos menos huesos que sostengan los dientes, la alimentación blanda, los hábitos de biberón hasta muy tarde, uso de chupete, la succión digital, la deglución atípica, etc. Son factores determinantes para un hueso pobre.
Por otro lado, ha existido un cambio en la dentadura permanente. Algunos siguen teniendo la misma cantidad y tamaño de piezas dentarias, acompañada de poco hueso, mientras que otros tienen falta de germen dentario en los terceros molares, premolares e incisivos laterales.
Es por esta razón, además de problemas genéticos de poco o mucho crecimiento de maxilares o mandíbula, del por qué el tratamiento temprano es la mejor opción.
Aquí presentamos un caso de un niño de 5 años que vino a la consulta con mordida cruzada posterior y anterior, una clase III genética.
Por el diagnóstico radiográfico y cefalometría, vimos que tenía una base craneal muy corta , que claramente indica poco crecimiento maxilar, muy usual en el prognatismo mandibular.
Se puede apreciar en la cefalometría una base craneal corta, ambos ángulos goniacos muy grandes para la edad, la mordida abierta por el hábito de deglución atípica, y empuje lingual.
Fotografía intra-oral del paciente,se puede apreciar la mordida cruzada posterior y anterior así como el adelantamiento de la mandíbula
Vista lateral del paciente,aún no erupcionaron los incisivos superiores.
Vista lateral,se observa la lengua entre las arcadas (empuje lingual)
Vista de la arcada superior, se ve claramente el paladar ojival.
Vista de la arcada inferior
Se utilizó un disyuntor, se puede apreciar la disyunción que se realizó. La diferencia entre disyunción y expansión es que en la disyunción los huesos palatinos se separan totalmente, para crear nuevo hueso, en la expansión son las piezas dentarias que se llevan hacia afuera, muchas veces del hueso, causando a la larga problemas periodontales.
Habiendo realizado la disyunción, en la que se han separado los huesos palatinos, se utiliza la máscara facial, la premaxila se suelta y se la puede llevar hacia adelante para compensar el crecimiento mandibular que habrá posteriormente según el estudio de “Predicción de Crecimiento”.
Fotografía en la que se aprecia el uso de la máscara facial.
Fotografía lateral en la que se aprecia el adelantamiento maxilar.
Vista lateral
Tratamiento final después de 18 meses ya retirado el disyuntor
Tratamiento final después de 8 meses. Se aprecia el adelantamiento del maxilar y el hábito de empuje lingual el cual se realiza con un profesional especializado
Comparación
Se puede observar cómo se descruzó la mordida tanto posterior como anterior
Aquí se observa el pre-tratamiento con paladar ojival y atresia, con acortamiento postero anterior.
Se observa el cambio realizado mediante la disyunción.
El tratamiento no termina ahí, se continúa con la rehabilitación de hábitos, erupción guiada para una segunda fase de tratamiento con aparatología fija.
Autor:
Dra. Norma Wally Peró Peralta, especialista en Ortodoncia de la Universidad de San Simón y del Hospital Odontológico de Buenos Aires, Argentina.
Técnica Bioprogresiva en California con el Dr. Ricketts.
Tomado de: ReporteDental.com