
Nuestra vida está llena de pequeñas rutinas que nos permiten poder concentrarnos en los pensamientos más importantes de cada día, y sin embargo, algunas de estas rutinas no son tan beneficiosas como las pensaríamos, ¡ajá! justo lo que estás pensando, quizá las rutinas diarias del lavado de dientes que tienen la mayoría de personas no es la más adecuada. ¿Y cómo podemos solucionar este inconveniente? ¡Entrenando a nuestro cerebro!
Nuestro cerebro está normalmente entrenado para realizar algunas actividades casi de forma inconsciente, por ejemplo el hecho de bañarnos o lavarnos la cara cada mañana antes de ir al trabajo. Este proceso podría sonarnos muy simple y conveniente, sin embargo, a veces el no realizar correctamente estas acciones no es lo que más le conviene a nuestra salud general y menos a nuestra salud dental.
Entonces, aunque nos lavemos los dientes, si no lo hacemos de forma regular, si el lavado no dura en promedio 2 minutos, si estamos tomando demasiados líquidos azucarados o si simplemente nunca utilizas hilo dental, la razón principal puede ser tu cerebro.
Y esto pasa porque nuestro cerebro prioriza las actividades más urgentes, por lo que si estamos pensando en el trabajo que debemos presentarle al jefe a la mañana siguiente, es probable que nuestro cerebro no le dé importancia alguna a nuestro cuidado dental de esa noche.
Entonces, ¿cómo engañar al cerebro para que le dé la importancia indicada a nuestra rutina de limpieza dental?
Creando un nuevo proceso mental
La neurociencia nos dice que los hábitos se componen de 3 partes; la indicación, la rutina y la recompensa. La primera indica el hecho de estar haciendo algo, la segunda, lo que se está haciendo y la tercera es por qué slo hacemos.
Por ejemplo, en la acción de evadir tu limpieza dental nocturna, la indicación sería que quieres dormir, la rutina es que te colocas el pijama y la recompensa, sería pasar más tiempo en la cama y dormirte más pronto.
Entonces, la forma más efectiva de cambiar una rutina, es mantener la recompensa cambiando los hechos previos. Así que si en este caso en particular lo que queremos es incrementar el tiempo que empleamos para el cepillado dental y el buen uso del hilo dental,
¿Cómo lo hacemos?
- Más recompensas
Ponte una meta, por ejemplo si logras mantener un tiempo de cepillado y cuidado dental diario, lo ideal es que la primera semana te lo auto agradezcas con un buen regalo, el que quieras, y así sucesivamente hasta lograr que con los meses no necesites de más regalo que tener unos dientes brillantes y hermosos.
- Escribe acerca de este progreso
Puedes por ejemplo, tener siempre tus logros por escrito en algún lugar visible de tu casa, el refrigerador por ejemplo, si lo haces de forma gráfica mucho mejor, así ves claramente como ha mejorado tu salud dental conforme mejoran tus tiempos y rutinas.
- Utiliza una alarma para validar los tiempos correctos
El ajustar los tiempos de cuidado dental en tu teléfono en forma de alarma puede ser muy efectivo, así tu cerebro crea una relación efectiva con la actividad y la hace relevante. Puedes incluso incluir una alarma repetitiva cada 5 minutos para que sea más efectiva esta actividad.
- Pide ayuda
Si crees que no estás cumpliendo con tus tiempos adecuadamente, puede siempre ser una muy buena idea pedirle a alguien que la recuerde, siempre puede motivarte.
- Apóyate a ti mismo
Una de las mejores formas de cumplir con tus metas de salud dental es convencerte de que son realmente buenas. Por lo que es ideal que consideremos los beneficios que una buena higiene dental puede traerle a nuestras vidas. Si es por causar una buena impresión, por conquistar a alguien, por sonreír más, no importa tanto cual sea nuestra meta sino que la tengamos siempre presente.